" Un gran hombre es alguien que manifiesta su grandeza en cada cosa pequeña que hace: come de manera espléndida, camina de manera espléndida, duerme de manera espléndida. Manifiesta la cualidad de grandeza en todo. ¿Y qué es grandeza? ¡Naturaleza! Nada es más grande que la naturaleza. Comer como un emperador. Eso no depende de la calidad de los alimentos, depende del comensal, de la manera en que lo celebra. Aunque solo sea con pan, mantequilla y sal, podéis ser como emperadores.
Cuenta la historia que Epicuro tenía un pequeño jardín donde vivía con sus discípulos. La gente lo consideraba un ateo, un inmoral. No creía en Dios, ni en las escrituras, ni en ningún templo; era ateo, aunque no tenía nada, aunque eran todos muy pobres. El rey oyó hablar de ellos y quiso ver cómo vivían, y cómo podían ser felices sin creencias. Si uno no puede ser feliz ni siquiera creyendo en Dios, ¿cómo es posible que esa gente sea feliz sin Dios?
Así que una noche fue a visitar el jardín de Epicuro. Lo que vio le sorprendió, le asombró; se trataba de un milagro. No tenían de nada, casi nada, pero vivían como emperadores. Como dioses. Toda su vida era una celebración.
Cuando iban al torrente para tomar su baño, no se trataba simplemente de un baño; era una danza con el río, era sintonizar con el río. Cantaban y bailaban, nadaban y saltaban y se sumergían en sus aguas. Sus comidas eran celebraciones, fiestas, y eso que no tenían nada, solo pan y sal, ni siquiera mantequilla. Pero estaban tan agradecidos que ser les era suficiente; no era necesario nada más.
El emperador se sintió muy impresionado, y le preguntó a Epicuro:
-La próxima vez que venga por aquí me gustaría traer algunos regalos. ¿Qué te gustaría?
-Dadnos tiempo para pensar. Nunca creímos que nadie podría regalarnos nada, y ya contamos con tantos presentes de la naturaleza… Pero si insistís, entonces traed un poco de mantequilla; nada más. Eso bastará –respondió Epicuro.
" La vida puede convertirse en una celebración si sabes vivir sin preocupaciones. De otra forma, la vida se convierte en una larga y prolongada enfermedad, en una dolencia que solo culmina en la muerte. "
Pues completamente deacuerdo TR, no hay nada mejor que saborear un buen manjar, sea el que sea, pero disfrutarlo y valorarlo...y caminar con paso ligero y calzado cómodo, elijamos el que elijamos, pero que nos permita ser felices. En eso radica esa maravilla. ;)
ResponderEliminarBesotes.
Arwen
Hola TR..
ResponderEliminarUn besote de agradecimiento por tus palabras de cariño en casa... Buenas noches y lindos sueños..
Una muy buena reflexión gracias por compartirla amigo,un abrazo
ResponderEliminarEl estar agredecido, y celebrar cada día, es loq ue te da paz y felicidad, así com Epicuro con cosas simples que llenaban su vida. Así que empiezo por agradecer tu anotación y amistad. Un fuerte abrazo amigo mio
ResponderEliminarHola arwen en las cosas simples esta la sabiduria de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola balovega , no tienes nada que agradecer.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Fiaris por pasar.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola RC, las pequeñas cosas son las que llenan nuestra vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Por eso dicen que no es más rico el que más tiene, si no el que menos necesita, la vida de Epicuro es un ejemplo.
ResponderEliminarun abrazo, TR.
TR yo cre que las personas somos felices cuando apreciamos lo que tenemos, no es más feliz quien más tiene es feliz quien sabe saborear y sentir lo que tiene plenamete y valorarlo
ResponderEliminarHola Canoso con poco , sabiendo vivir, se es muy feliz.
ResponderEliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo contigo Corazón Verde, yo por ejemplo disfruto mucho de este blog y de todos los amigos que aqui tengo y esas son posesiones invalorables para mi.
ResponderEliminarUn abrazo