En tu boca fresca
como un cantaro,
calmo mi sed
de peregrino
y en una curva
de tu cuerpo
dejo en libertad
mis sentidos,
camino por
el abismo
que marca
la locura
a la razón,
y sintiendo
la pasión
desatada
en un momento,
nos entregamos
en silencio
en una eterna
comunión.
TR
Enero 2010
Imagen: "Adan y Eva "
Salvador Dalí