Volando hacia ti
el sol impiadoso
quemo mis alas.
Mas caminar no pude
en ese instante
el suelo tembló.
Quise verte una
vez más, y al
no encontrarte
mis ojos quedaron
cegados por
el llanto.
En un grito
desesperado repeti
tu nombre mas de
mil veces, hasta
quedarme dormido.
Y, ahi, en un
rincon de mi alma
te ví, acurrucada
silenciosa,
solo amandome.
Y en ese preciso
momento...
vole hacia ti.
TR
Diciembre 2009
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El dia que me toque partir lo hare con una sonrisa, satisfecho de haber vivido.