jueves, 26 de noviembre de 2009
Labriega de mi amor
Me hiciste luz, en el ocaso incipiente de mi soledad.
Prendiste alas en mi cuerpo, y aprendí a volar.
Me diste ramas para anidar allí, tus sentimientos.
Ungiste mi cuerpo con caricias y besos, calmando mis penas.
Durmiendo en tu regazo recuperé mi paz.
En tu cuerpo ardiente encontré el abrigo,
Sos labriega en un nuevo hombre.
En mi tierra fértil sembraras tu simiente.
Cosechando en mi, nuevos amores.
Y cuando el sol de la vida, no fertilice, ya nuestra siembra,
nos haremos tierra y así permaneceremos, unidos por siempre,
hasta el momento en que volvamos a renacer.
TR
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El dia que me toque partir lo hare con una sonrisa, satisfecho de haber vivido.