Habia planeado aquel viaje sin demasiado entusiasmo, reencontrarme con el pasado no era de mi agrado, pero era la excusa perfecta para evadirme del caos en que se habia convertido mi vida y todo lo que me rodeaba, me la fue dada via correo, aquella carta, fue contundente
Corina ,me hacia en ella un sin numero de reclamos y me exigia verme en forma inmediata.
Hacia rato que no teniamos contacto, ni fisico, ni verbal, ni de ningun tipo, lo nuestro habia terminado poco tiempo despues de haber comenzado.
Habiamos tenido una relación, de esas que te quitan el aliento, era como vivir subido a un carro de la montaña rusa, con subidas lentas y caidas veloces como rayos. Cuando nos conocimos yo estaba solo, y bien me valia así, todas mis posesiones eran un monoambiente sin lujos , pero bien arreglado , que era mi refugio, limpio, ordenado, prolijo, tal vez un poco esteticamente masculino, se notaba la falta de mano femenina en el arreglo del mismo, salvo alguna que otra "amiga "que solia pasarse algunas horas y no necesariamente ordenando el mismo.
Con Corina nos conocimos de vacaciones, y al volver de las mismas, nos fuimos a vivir juntos, pero al poco tiempo, comenzaron los problemas de convivencia, y decidimos separarnos, no me terminaba de acostumbrar a la idea de compartir como dice la canción ..."cama y macarrones", muchos años de solteria ,me habian convertido en un lobo solitario, y en ciertos momentos queria disfrutar de esa soledad, toda la cama para mí, disfrutar del silencio, y por sobre todo usar yo solo el control remoto del televisor, pequeña banalidad a la que estaba acostumbrado.
Un bolso no muy grande, con un par de mudas de ropa ,era todo el equipaje, solo un fin de semana bastaria para solucionar aquello.La terminal de omnibus era un hervidero, gente que iba y venia, los maleteros arrastrando enormes bultos, chicos correteando por todo el lugar y padres desesperados corriendo a los mismos para no perderlos.
Ya sentado en el micro, me dispongo a leer un libro, estaba en eso, cuando un aroma exquisito invadió mis sentidos, un olor penetrante y dulzón, el perfume que indicaba la presencia de una mujer.
Se sento a mi lado, mirarnos, sonreirnos, y comenzar a charlar fue solo un instante, los ultimos pasajeros se terminaban de ubicar en sus lugares, ya el micro comenzaba su viaje, bajar del mismo en movimiento fue todo un desafio, corrimos como dos adolescentes riendonos a carcajadas, el parque de diversiones estaba por cerrar, la montaña rusa nos esperaba.......
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El dia que me toque partir lo hare con una sonrisa, satisfecho de haber vivido.