viernes, 9 de julio de 2010
El Cooli de Calcuta
Un buscador occidental llegó a Calcuta. En su país había recibido noticias de un elevado maestro espiritual llamado Baba Gitananda. Después de un agotador viaje en tren de Delhi a Calcuta, en cuanto abandonó la abigarrada estación de la ciudad, se dirigió a un cooli para preguntarle sobre Baba Gitananda. El cooli nunca había oído hablar de este hombre.
El occidental preguntó a otros coolíes, pero tampoco habían escuchado nunca ese nombre. Por fortuna, y finalmente, un cooli, al ser inquirido, le contestó:
--Sí, señor, conozco al maestro espiritual por el que preguntáis.
El extranjero contempló al cooli.
Era un hombre muy sencillo, de edad avanzada y aspecto de pordiosero.
--¿Estás seguro de que conoces a Baba Gitananda? -preguntó, insistiendo.
--Sí, lo conozco bien -repuso el cooli.
--Entonces, llévame hasta él.
El buscador occidental se acomodó en el carrito y el cooli comenzó a tirar del mismo. Mientras era transportado por las atestadas calles de la ciudad, el extranjero se decía para sus adentros: “Este pobre hombre no tiene aspecto de conocer a ningún maestro espiritual y mucho menos a Baba Gitananda. Ya veremos dónde termina por llevarme”.
Después de un largo trayecto, el cooli se detuvo en una callejuela tan estrecha por la que apenas podía casi pasar el carrito. Jadeante por el esfuerzo y con voz entrecortada, dijo:
--Señor, voy a mirar dentro de la casa. Entrad en unos instantes.
El occidental estaba realmente sorprendido. ¿Le habría conducido hasta allí para robarle o, aún peor, incluso para que tal vez le golpearan o quitaran la vida? Era en verdad una callejuela inmunda. ¿Cómo iba a vivir allí Baba Gitananda ni ningún mentor espiritual? Vaciló e incluso pensó en huir. Pero, recurriendo a todo su coraje, se decidió a bajar del carrito y entrar en la casa por la que había penetrado el cooli. Tenía miedo, pero trataba de sobreponerse. Atravesó un pasillo que desembocaba en una sala que estaba en semipenumbra y donde olía a sándalo. Al fondo de la misma, vio la silueta de un hombre en meditación profunda. Lentamente se fue aproximando al yogui, sentado en posición de loto sobre una piel de antílope y en actitud de meditación.
!Cuál no sería su sorpresa al comprobar que aquel hombre era el cooli que le había conducido hasta allí! A pesar de la escasa luz de la estancia, el occidental pudo ver los ojos amorosos y calmos del cooli, y contemplar el lento movimiento de sus labios al decir:
--Yo soy Baba Gitananda. Aquí me tienes, amigo mío.
El Maestro dice: Porque tenemos la mente llena de prejuicios, convencionalismo y toda clase de ideas preconcebidas, se perturba nuestra visión y se distorsiona nuestro discernimiento.
cooli : que trabaja para extranjeros.
Cuento Hindu
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TR,me encantó!!!,gracias.
ResponderEliminarAmbar...
Las apariencias engañan... y lo seguirán haciendo mientras las dejemos.
ResponderEliminarSaludos
Leo, reflexiono y me recuerdo a mí mismo una vez más que tener prejucios es malo para mí y para lo que me rodea... ABRAaAaAzo
ResponderEliminarEste relato o cuento hindú está lleno,sobre todo,de amor,calidez y una tremenda humanidad.
ResponderEliminar¡Cuánto nos queda por aprender!
Saludos
Ambar gracias por pasar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Avelino algun dia aprenderemos a juzgar a la gente por lo que son no por la apariencia.
ResponderEliminarUn abrazo
xTo, pienso igual que vos , cuantas veces abrimos juicios equivocados por dia. Sihgamos aprendiendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Felipe gracias por pasar, estamos a cientos de años de distancia de la sabiduria, de como tratar al projimo.
ResponderEliminarUn abrazo.
...sencillamente, muy bueno¡ Feliz fin de semana. Saludos
ResponderEliminarmisterioso el cooli sabio.
ResponderEliminarsaludos!
http://elbodegon.blogspot.com/
Bella historia, TR, nos enseña a tener los ojos bien atentos a lo que nos rodea, que a veces tenemos muy cerca lo que buscamos y no lo sabemos ver. sabio hombre.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola ANRAFERA, gracias por estar y feliz fin de semana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Frank, esto nos enseña a mirar bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Canoso, estar atentos es siempre conveniente para no cometer errores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena reflexión para el fin de semana amigo,pasalo bien besos.
ResponderEliminarGracias Fiaris , buen fin de semana para ti.
ResponderEliminarUn beso.
Bella historia y sabia, muchas veces precalificamos, sin ver la esencia de las personas. Un fuerte abrazo mi querido amigo
ResponderEliminarHola RC, una de las caracteristicas de nuestra raza, siempre juzgar antes de preguntar.
ResponderEliminarUn beso amiga mia.
Profundo escrito TR, en el que me siento comoda y en total acuerdo. Gracias por pasarte siempre a visitar a nuestra querida Uru. Entre todos la podemos sostener. Un abrazo de parte de las dos. Gisela.
ResponderEliminarHola Gisela, gracias por pasar, como no visitar a Uru, una mujer toda fuerza, todo dar.
ResponderEliminarEs una gran amiga, como no acompañarla. Toda la fuerza para ella y para vos.
Gracias por pasar, un beso.