En aquella playa solitaria
bañada de sal y espuma
solo el reflejo de la luna
acompañaba nuestro amor.
Cuanta pasión desplegada
entre besos y caricias,
y ella como una inmensa
nodriza nos alimentaba
con su luz.
El murmullo de la olas
acompañaba tus suspiros,
mientras mis manosde artesano modelaban
tu placer.
Y bajo el embrujo,de su luz divina,
despues de amarnoslocamente, dormidos
y abrazados nos
encontro el amanecer.
TR
Enero 2010