jueves, 18 de febrero de 2010

Lista de espera


Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
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Martin Luther King (1929-1968) 


Cómo se vive en la lista de espera

  • La psicoprofilaxis quirúrgica es una herramienta útil para ayudarlos
  • Permite mantener una buena disposición anímica ante la posibilidad de que llegue el órgano esperado


Hace algo más de un mes la noticia de que Clint Hallam, la primera persona en recibir un trasplante de mano, hizo cumplir su deseo de que le amputaran el miembro implantado sorprendió a la opinión pública. ¿Cómo alguien podía dar marcha atrás a una intervención quirúrgica que había restablecido su integridad física?
Incluso antes de la remoción de la mano, cuando dejó de tomar las drogas que frenaban el rechazo del miembro injertado, Hallam puso en evidencia la necesidad de tomar en cuenta los aspectos psicológicos de los pacientes que reciben un trasplante. "Casi todos los programas de trasplante incluyen hoy la consulta psicológica", confirma Susana Bayardo, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Italiano.
El caso de Hallam no es anecdótico. Como explica esta licenciada en psicología que trabaja con pacientes que han recibido un trasplante, o que abrigan esa esperanza, la necesidad de cumplir al pie de la letra con la medicación es uno de los aspectos más importantes a trabajar con estos pacientes, ya que es una de las causas más frecuentes de fracaso del implante.
"Muchas personas tienen dificultades para aceptar la medicación, no quieren tomar tantas pastillas o, cuando empiezan a sentirse bien, las dejan -cuenta-. Por eso es importante determinar si un paciente que espera un trasplante luego va a cumplir o no con la medicación; en caso negativo hay que indagar el porqué y conversar con él y su familia para interiorizarlos en el tema, asegurando que hayan comprendido y aceptado este requisito."
Pero este es sólo uno de los muchos aspectos que pueden ser trabajados desde la psicología con quienes se encuentran en lista de espera. "El manejo de las expectativas del paciente y de su familia ante el trasplante es un área que también debe ser contemplada -afirma Bayardo-. Hay que conocer de antemano qué se espera del trasplante, cuáles son los temores y las fantasías y cuál el grado de cambio real que la persona va a experimentar."
"Esta es una labor que debe hacerse a través de la psicoprofilaxis quirúrgica, acompañando la evolución anímica del paciente y adecuándola a los tiempos del trasplante. Permite conocer las necesidades psicológicas del paciente y de su familia, e identificar los factores personales y del entorno que puedan predisponer a complicaciones o a una mala evolución."
Una situación ambivalente "Cuando se le informa al paciente que necesita un trasplante se produce un impacto muy fuerte: tiene una enfermedad con pronóstico difícil y tiene que esperar que aparezca un órgano, lo que no depende de sus deseos, de su médico ni de su cobertura", dice Bayardo. La noticia sorprende y confunde, disparando sentimientos de angustia y depresión, que contrastan con la expectativa que despierta el trasplante como medida reparadora.
"Luego de este primer impacto se plantea que ésta es una situación ambivalente - qué suerte que existe la posibilidad del trasplante, pero ¿podré llegar a recibirlo? - que da lugar a un período de incertidumbre: una espera ansiosa pero esperanzada, que, en función del recrudecimiento de la enfermedad, puede ser desesperante."
Para Bayardo es muy importante acompañar al paciente con tranquilidad para que mantenga una buena disposición anímica y una actitud de espera. "Hay que trabajar con el paciente la posibilidad de que entre una sesión y otra aparezca el órgano esperado o que, por el contrario, se demore."
Pero, a la hora de abordar los aspectos psicológicos de un trasplante, Bayardo subraya la importancia de tomar en cuenta que mientras que algunos significan una mejoría en la calidad de vida y son opcionales (como en la diálisis y el trasplante renal), existen otros que son necesarios, pues de ellos depende la vida de los pacientes. "El imperativo es completamente distinto según el órgano y el estado clínico del paciente; ambos inciden en su circunstancia anímica."
"Las características de la personalidad propias del paciente y de su familia inciden en el modo de afrontar las situaciones que plantea un trasplante -dice Bayardo-; hay personas más temerosas, con mayor o menor tolerancia al dolor o más impresionables. Como psicólogos debemos conocerlas para poder trabajar sobre las dificultades que puedan aparecer, colaborando en el manejo de las mismas."
Una situación crítica como la espera de un órgano a veces lleva a los pacientes o a sus familiares a cuestionar aspectos de sus propias vidas. "Cuando el estado clínico del paciente reduce permanentemente la expectativa de vida, esa urgencia y esa vivencia de tiempo contra reloj dan lugar a replanteos muy rápidos y profundos."
Ser testigo de estos procesos le permitió a esta psicóloga confirmar la importancia de que al acompañarlos se puede colaborar con el cambio de algunos hábitos, ayudando a afrontar situaciones difíciles. "Hay que pensar al paciente dentro de su marco familiar, pues allí es donde se dan las principales modificaciones. El trasplante muchas veces hace que el paciente abandone sus hábitos cotidianos y su trabajo, alterando la dinámica familiar."
"Las reacciones de los familiares pueden ser más o menos adaptativas -dice Bayardo-. Por otro lado, la imposibilidad de continuar con la mantención económica del hogar suele causar una disminución de la autoestima que da lugar a sentimientos agresivos o de ansiedad frente a lo que se desea hacer y no se puede."
"Como psicólogo, uno tiende a que los cambios que son necesarios dentro de la dinámica familiar puedan ser implementados", concluye Bayardo.
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION



TR 
Febrero 2010

8 comentarios:

  1. TR, como dices vivir en una situación ambivalente reuiere de cierto tratatamiento o acompñamiento por un profesional, y no es para menos. Tambien lo que mencionas de la medicación, es dificil que no labandonen. Esperemos que esta lista de espera sea corta y Sabrina pronto se restablesca. Un fuerte abrazo mi amigo

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  2. Muy buena información, siempre hay que dejarse guiar por expertos de la medicina y más en casos como un trasplate ya que no todo el mundo acepta tener un organo de otra persona por muy compatibles que sean.

    Sabrina sabra agradecer lo que le llegue y estoy segura de que tendra calidad de vida tanto ella como todos sus familiares :)

    Besitosssss

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  3. No es fácil ponerse en esa situación, TR, esa incertidumbre, si no te ayudan a soportarla, debe minar cualquier atisbo de esperanza.

    Espero que Sabrina y vosotros podáis sobrellevar esta espera lo mejor posible y que el final feliz sea pronto.

    Un fuerte abrazo

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  4. Es una situación dificil para los pacientes en lista de espera pero pienso que Sabrina y su juventud sabrá sobrellevar la espera y luego tomará su medicación al pie de la letra,saludos

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  5. Importante información la que nos presentas TR, tanto el clima familiar, como la continuidad y perseverancia con la medicación son piezas claves en estas destacadas intervenciones. Gracias por divulgarlo y ayudar a concienciarnos.

    Un beso y muy feliz fin de semana.
    Arwen

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  6. Sabes lo has explicado muy bien y dejas muy claro la situación tan dura que se presenta ante algo así, pero en ese aspecto yo creo que Sabrina tiene la suerte de tener tu apoyo y eso hara que siga adelante y salga airosa de todo, ojalá que muy pronto todo se resuelva

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  7. Un tema éste, muy importante. Es una verdadera pena que a veces el paciente tenga necesidad de deshacer lo andado y entonces se pierda un órgano que podría haber servido para otra persona. ¿O es que quizás se pueda volver a transplantar? No lo sé, pero sin duda las terapias psicoterapéuticas aunque ayuden no resuelven todos estos problemas.
    Un saludo, amiga.

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  8. Gracias amigos por estar, Sabrina esta de muy buen animo, al menos es lo que expresan sus ojos y su sonrisa,tiene la contención de la familia, que en estos momentos es lo importante, hace falta ese corazón para que vuelva a ser feliz totalmente.
    Un abrazo

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El dia que me toque partir lo hare con una sonrisa, satisfecho de haber vivido.